DE CAPA CAIDA

Cae el velo de la lluvia sobre una tarde cálida; esta Bogotá que respira con dificultad se fatiga entre tanto cambio de clima. Arranquémonos la ropa, que se nos caiga la piel, esta tarde no sirve sino para hacerle campo a este dolor sin nombre, a este dolor ajeno que se ha ido haciendo propio con los años. Tócame la herida para tenerte por razón de mi dolor, este sentir sin nombre no permite elegir la muerte. 

Bola de años que se agolpa en la garganta; no han inventado aún comida para humanos que deshaga las bolas de recuerdos; afortunados los gatos que tienen concentrado que les deshace los nudos de pelos. Si pudiera hacer consistir mis recuerdos los volvería hilachas de pelo, comería mucho concentrado para gato y haría esculturas de mierda en honor a la memoria. 

Se asoma un azul nostálgico de fin de tarde, líneas de color blanco intentan hacer de límite a la tempestad; ‘está encapotada la tarde’ -diría la abuela-, ¿quién desvestirá al cielo? Va dejando caer gotas de su vestimenta, de su capa; el cielo bogotano anda de capa caída con tanto llanto que se evapora hacía él. 

09.11.09

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s