DICIENDO Y HACIENDO por Luisa Gómez

Latinos & Masticadores / EEUU

Todos lo hemos dicho alguna vez… o muchas veces. «Yo… ¡lo mato!». Hasta ese momento yo lo decía con frecuencia, tal vez unas dos, tres, hasta más veces al día. «Yo… ¡lo mato!». Y de verdad, daban ganas de matar. Como cuando alguien le cuenta a uno que se ha puesto su mejor traje, que se ha demorado ante el espejo un tiempo mayor al del promedio, y sale y ¡tras!, en la cafetería en que compra el café para esperar la entrevista de trabajo… ¡toma! Te echan el café encima… «Yo… ¡lo mato!». Y en ese momento se imagina uno lanzándose encima del de la manita inestable, el de las gafitas gruesas que se tropieza con todos, poniéndole sobre el cuello las garras, apretándole el gaznate mientras termina de regar el resto del café y se le cae el croissant y se va poniendo morado y trata de quitarte…

Ver la entrada original 1.077 palabras más

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s